sábado, 13 de marzo de 2010

sobreviviendo en Pellegrin...




Hace mucho que no escribo, y la verdad es porque no tengo tiempo. En casa no tengo Internet (sólo una wifi pirata que pillamos de vez en cuando pero que apenas da para leer el correo y responder -sólo a veces-) y en el hospital no me hace gracia ponerme a actualizar el blog... Así que para escribir tengo que cogerme el ordenador y venir a alguna cafetería con wifi. Y teniendo en cuenta que un ordenador de diecisiete pulgadas es, más que portátil, transportable, no es algo que me apetezca hacer muy a menudo. Pero bueno, hoy lo he hecho.

La última vez me quedé en que había estado en las urgencias. Después de aquello, he estado dos semanas en el Hospital de Semana, que como su propio nombre indica, es una zona de la planta que está abierta sólo de lunes a viernes. Normalmente ingresan pacientes que han hecho un brote de esclerosis múltiple y vienen a hacer una cura de corticoides, para lo que necesitan estar cinco días ingresados (si ha sido un brote motor) o tres días (si ha sido un brote sensitivo). También ingresan pacientes que tienen dolencias extrañas y a los que hay que hacerles un estudio diagnóstico con varias pruebas (punción lumbar, análisis de sangre, pruebas de imagen, pontenciales evocados... ), dependiendo de la sospecha diagnóstica. Para ello ingresan, para hacerles todas las pruebas en un par de días y luego les dan el alta. Anda que en el SAS te van a ingresar para eso... tardas tres o cuatro meses en tener todas las pruebas.
Junto al Hospital de Semana está el Hospital de Día. A éste vienen pacientes que hacen curas mensuales con algún tratamiento de fondo para la esclerosis múltiple. Lo más frecuente son las curas con Tysabri. El Tisabry es el natalizumab, que es un anticuerpo monoclonal que se usa en el tratamiento de fondo de la esclerosis múltiple. Realmente funciona muy bien porque evita la aparición de nuevos brotes de la enfermedad, es bien tolerado y apenas tiene efectos indeseables. El único problema es que provoca una inmunosupresión a nivel del SNC y el paciente puede desarrollar una LEMP (Leucoencefalopatía Multifocal Progresiva), que es una enfermedad que puede provocar una gran invalidez o incluso la muerte. Aún así no es muy frecuente y suele aparecer a partir de los dos años de tratamiento, pero por eso hay que ver en cada visita si el paciente ha desarrollado nuevos síntomas que puedan hacer sospechar una LEMP y hacer una resonancia cada cierto tiempo. La verdad es que el balance riesgo/beneficio compensa. A mí me gusta ver a los pacientes que vienen a hacer las curas y sentarme con ellos a charlar y qué me cuenten qué va bien y qué va mal. Luego los exploro para ver si hay signos de nuevos brotes. Por lo general todos están contentos con el tratamiento, aunque ayer vino una mujer que decía que había estado buscando información por Internet y que se estaba planteando el dejarlo... Internet siempre liándola parda... ¿Para qué sirven los médicos habiendo google?, debe pensar más de uno... Tsss...

Ayer estuve hablando con Fanny, la residente simpática de la segunda semana, y me preguntó si finalmente iba a hacer guardias o no. Le dije que no tenía ni idea, que no sabía lo que iba a decirme el profesor B. (creo que voy a seguir manteniendo su nombre oculto). Ella me dijo, que si fuera yo, no las hiciera ni de coña. Porque las guardias en urgencias son una jungla en la que hay que estar batallando con unos y con otros para que, por un lado, te dejen hacer tu trabajo, y por otro, no te endosen el suyo. Me dijo que aunque en la planta me desenvuelvo bien, en las urgencias me voy a agobiar porque no manejo bien la lengua como para estar peleándome con la gente... Y es que aquí hasta para hacerle un TAC a un paciente hay que "negociar" con los de rayos. Tienes que argumentarle bien por qué quieres hacerlo, y si ellos lo consideran, lo hacen. Y si no lo consideran, es cuando tienes que empezar a "negociar". Cuando digo "negociar" quiero decir comerle la oreja al que sea hasta convencerlo. "On va profiter de toi", fue la conclusión que saqué.

Así que en general bien. Excepto por los horarios... Aquí trabajan muchas más horas en que en España, porque el concepto de "médico de guardia por la tarde" no existe. Pero bueno, me voy acostumbrando y cada vez me cuesta menos trabajo seguir el ritmo de trabajo en francés.

Otro día hablaré de mis compañeros. Sobre todo de dos enfermeras, Marie y Claire, que si no fuera por ellas yo estaría muy perdido en el hospital. Están siempre pendientes de mí y explicándome las cosas de funcionamiento interno de las que no me entero y que los médicos por lo general pasan de explicar... También los estudiantes me echan una mano muy amenudo. La verdad es que si no fuera por el equipo, que me arropa bien y es consciente de que es dificil para mí seguir el ritmo muchas veces, habría abandonado hace mucho.

Eso es todo. Hoy no tengo foto del hospital ni de mis compañeros para poner. Así que voy a poner una de Burdeos.

Hasta más ver.

1 comentario:

  1. Mucho ánimo Rafa!!! Que ya llevas allí la mitad de tiempo!! En na estás otra vez aquí con los gorrillas!
    Un abrazo!

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